“En mi tiempo jugábamos en la calle, éramos más creativos”, reclama una generación de padres que inevitablemente ven como sus hijos prefieren sentarse tableta en mano a ver un video en Youtube que ir con ellos a jugar al parque; una generación que creció adaptándose a los primeros y precarios videojuegos que si bien eran lo suficientemente aburridos para no entretenerte la tarde entera, si representaban una buena distracción de tus labores de crecimiento como futbolista callejero y claro está, les generaban el reclamo de una generación anterior de padres que también veían aquello como nocivo.
Esa generación de padres que hoy se queja es la que inventó las “Tablets” que hoy sus hijos idolatran, gracias a que tuvieron acceso a herramientas que los hacían “flojos” como las computadoras o el Excel, y que a fin de cuentas los hicieron dejar de perder tiempo realizando operación por operación (como sus padres presumían que debería ser) y utilizar su creatividad para innovar comenzando de un punto superior al que sus antecesores habían comenzado.
Asi el artesano que hacía juguetes de madera tuvo que evolucionar o morir en el intento, el fabricante de máquinas de escribir tuvo que aprender de computadoras para competir y el publicista tuvo que dejar el reporte de ratings para echarle un vistazo a las estadísticas de Facebook.
Hoy, según estudios realizados por la Consumer Electronics Association, el uso de dispositivos móviles por parte de niños de entre 2 y 12 años crece a un ritmo de 50% cada año.
Las empresas que son capaces de detectar con suficiente tiempo cada tendencia de mercado como la mencionada son las que prevalecen. Algunas de ellas incluso, pueden tener un acierto tecnológico o ser las primeras en aprovechar un nicho de mercado y convertirse de la noche a la mañana en un líder indiscutible en su industria… un líder multimillonario generalmente.
Los niños hoy no ven el iPad y la conectividad mundial como una “maravillosa innovación” como nosotros aun lo consideramos. Ellos lo ven como algo normal en su día a día.
El mercado se mueve tan rápido como la innovación tecnológica y muchas veces cuando apenas nos estamos adaptando al nuevo comportamiento del consumidor, éste evoluciona y nos vuelve a dejar un paso atrás.
Partiendo de ese punto, sin importar (casi) cuál sea tu profesión, en la capacidad de adaptar tus productos o servicios al presente, pero sobre todo al futuro de este mercado del que hablamos, estará el éxito que terminarás obteniendo.