El “Efecto Ikea” es un fenómeno psicológico que ocurre cuando los consumidores valoran más un producto que han tenido que ensamblar por sí mismos en comparación con uno que les fue entregado completamente ensamblado. Este efecto ha sido estudiado por psicólogos y expertos en marketing, y ha sido demostrado en varios estudios.
El origen de este efecto se encuentra en la teoría de la disonancia cognitiva, que sostiene que las personas buscan coherencia entre sus creencias y acciones. En el caso de los productos de Ikea, los consumidores que compran muebles para armar experimentan un conflicto entre el hecho de que han invertido tiempo y esfuerzo en armar el mueble y el hecho de que el producto podría no ser de tan alta calidad como otro que ya viene armado.
Para resolver este conflicto, los consumidores tienden a valorar más los productos que han tenido que ensamblar por sí mismos, incluso si su calidad no es comparable a la de otros productos similares que ya vienen armados. Además, el hecho de que los consumidores hayan participado activamente en el proceso de ensamblaje puede aumentar su conexión emocional con el producto, lo que también contribuye a que lo valoren más.
En Marketing, lo podemos aplicar con productos que se venden en piezas desmontables y fáciles de ensamblar, lo que permite al consumidor construir el producto final por sí mismo. Esta estrategia ha sido utilizada con éxito por muchas empresas en todo el mundo, y ha demostrado ser una forma efectiva de aumentar la satisfacción del cliente y la lealtad a la marca
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Por ejemplo, la marca de bicicletas Brompton, una empresa británica que produce bicicletas plegables desde 1975. Las bicicletas Brompton son conocidas por su diseño compacto y su facilidad de uso. En 2019, la compañía lanzó una nueva versión de su bicicleta plegable, llamada Brompton Electric. Esta bicicleta presenta el mismo diseño plegable que las bicicletas Brompton convencionales, pero también cuenta con un motor eléctrico que ayuda al ciclista a pedalear.
La bicicleta Brompton Electric se vende en piezas desmontables y fáciles de ensamblar, lo que permite al comprador construir su propia bicicleta en casa. Además, las piezas son fácilmente reemplazables y pueden ser reparadas por el mismo usuario, lo que reduce la necesidad de llevar la bicicleta a un taller. Esta estrategia ha sido muy efectiva para Brompton, ya que les permite a los consumidores personalizar sus bicicletas y sentirse más conectados con el producto.
El segundo ejemplo es la marca de muebles de oficina Steelcase. Steelcase es una empresa estadounidense que ha estado produciendo muebles de oficina desde 1912. En 2018, la compañía lanzó una nueva línea de muebles de oficina llamada SILQ. Esta línea de muebles de oficina se vende en piezas desmontables y fáciles de ensamblar, lo que permite a los consumidores personalizar su espacio de trabajo.
La línea SILQ de Steelcase presenta un diseño minimalista y ergonómico que se adapta a la forma del cuerpo del usuario. La silla de oficina SILQ se ensambla en solo cinco minutos y está diseñada para ser fácilmente ajustable para adaptarse a las necesidades de cada usuario. Esta estrategia ha sido muy efectiva para Steelcase, ya que les permite a los consumidores personalizar su espacio de trabajo y sentirse más cómodos mientras trabajan.