De entrada el título de este escrito les parecerá un poco extraño para publicarse en un sitio dedicado a la publicidad, por lo que debo aclarar que no va dirigido a quienes nos desempeñamos en este rubro profesional, sino a quienes son la razón por la cual seguimos desempeñándonos en esto: los usuarios.
No es ninguna novedad que muchas personas sienten una animadversión hacia la publicidad, no solo en internet, sino en cualquier parte donde la vean, lean, o escuchen. La mayoría se sienten atacados por ella.
Lo que muchos de ellos no saben es que gracias a la publicidad el sitio de noticias, de juegos, blog, o red social a la que de diario ingresan sigue subsistiendo.
Peor aun, existe una gran cantidad de usuarios que sin importarles cómo se mantenga un sitio, sienten que tiene la obligación de ofrecerles un servicio de calidad completamente gratis… ¿Porqué?, no lo se y probablemente ellos tampoco.
Lejos de condenar a quienes asi piensan, me gustaría crear un poco de conciencia sobre cómo funcionan ciertos servicios a los que accedemos en internet, pues a pesar de que no son productos tangibles, también generan un costo para producirlos (tiempo, sueldos, servidores, creatividad, software, equipo de cómputo, etc.).
Un sitio web (aplicación, noticioso, red social, blog, etc.) es parte de una cadena comercial donde una empresa decide publicitar sus productos esperando recibir clics, que a fin de cuentas desemboquen en una venta para su compañía.
Si esa compañía no vende sus productos, no habrá presupuesto para seguir invirtiendo en publicidad en aquel sitio, mismo que tarde o temprano terminará por no poder cubrir sus gastos de operación y salir de la red dejando sin un servicio o entretenimiento a quienes solían accesarlo comúnmente.
¿Viste la película de la Red Social (Facebook)?, ¿Recuerdas que llegó un momento en que se tuvo que tomar una decisión entre vender espacios en el sitio o salir del mercado?. Eso es lo que le sucede a miles de sitios que diariamente dejan de ofrecer información, noticias, juegos, descargas, música, videos, etc, en internet.
La gran ventaja de la publicidad en línea es que generalmente es ‘orientada’, es decir, los anuncios que veremos de una u otra manera nos interesan o van dirigidos a un nicho de mercado en el que nosotros encajamos, lo cual hace mucho menos molesta la carga.
Exceptuando aquella publicidad intrusiva que aparece de pronto, o la engañosa que te hace dar clic en un anuncio que termina por ser algo distinto a lo que esperabas, la publicidad en un sitio web es el sustento que le permite al ‘dueño’ continuar ofreciéndote un servicio de calidad gratuito, por lo que te invito a ser menos crítico con ella y empezar a verla como el medio gracias al cual puedes estar leyendo o viendo lo que te interesa en este momento.
Otra gran ventaja, es que los tiempos en que hacer clic en un anuncio le podía causar un daño a tu equipo han quedado atrás (una vez más exceptuando la publicidad engañosa, misma que aparecerá solo en sitios ilegales), asi que puedes estar tranquilo sabiendo que al hacer clic en ellos podrás no solo seguir recibiendo un servicio, sino hasta obtener un beneficio encontrando un producto que seguramente será de tu interés.