Hace algunos (muchos) años, había un comercial de televisión, de una revista impresa, cuyo slogan era: “Si no eres famoso, a nadie le importa”. Esta frase llegó a hacerse “viral”, y lo escribo entre comillas porque en aquel tiempo ese término no se utilizaba más que para definir enfermedades, hasta el punto en que la gente lo utilizaba en reuniones, en la escuela o en las oficinas como broma para responder cuando alguien contaba sus aventuras de fin de semana o los logros de su hijo en el festival escolar.
Hoy en día, en un mundo dominado por Influencers y grandes marcas en medios digitales, aquel slogan está más vigente que nunca, y creo que si te dedicas al marketing, trabajas o eres dueño de una pequeña empresa o negocio, ya sabrás de lo que hablo.
Justo me vino a la mente después de leer un artículo que prometía darte los secretos para tener éxito en Instagram, y entre ellos se leían tips como: Haz preguntas a tu audiencia, pide que compartan sus experiencias con tu producto o muestra cómo trabaja tu equipo tras las paredes de tu oficina.
Obviamente las técnicas estaban soportadas con ejemplos exitosos de publicaciones de Starbucks, Apple o Coca Cola (Así no le fallamos ¿verdad?), sin embargo la realidad de las micro, pequeñas o hasta las medianas empresas o marcas, es mucho muy diferente; pues te puedes pasar semanas o meses ideando creativas preguntas o dinámicas que… si no eres una marca famosa, a nadie le importarán.
Ponte un momento en los zapatos del usuario, y piensa si tú te tomarías el tiempo de responderle a un pequeño negocio un ¿Qué tal su fin de semana? En Twitter, o entrarías en una dinámica para ganar un producto de muy bajo costo (que posiblemente es todo lo que la economía de la micro empresa que lo publica le permite) en Instagram.
Entonces, ¿No sirve estar en redes sociales si eres un pequeño negocio?, ¡Claro que si! Pero los resultados llegan en otro tiempo y de formas distintas.
Ármate de paciencia
A menos de que tengas en la mano un enorme presupuesto para invertir en publicidad para tus campañas, tus resultados no serán inmediatos. ¡Ojo! Para quienes tenemos un pequeño negocio, mil o dos mil dólares es un enorme presupuesto comparado con las utilidades que obtenemos, sin embargo para el mundo de la publicidad puede ser apenas suficiente para llegar a unos cuantos, o durarte muy poco tiempo.
Desarrolla e implementa una estrategia
Es muy común tratar de replicar lo que a otros ha llevado al éxito, pero debes ser consciente de tu realidad y no esperar que si anuncias el nuevo servicio de tu bufete, tenga el mismo impacto que el anuncio del nuevo iPhone. Ponte metas alcanzables y busca las mejores formas para alcanzarlas en un tiempo adecuado.
Deshazte de tu Ego
Es posible que tengas un gran producto o servicio a un gran precio, pero eso lo sabes tú y tal vez tus empleados. Tu audiencia necesita tiempo para confirmarlo, asimilarlo, probarlo y tal vez mucha más explicación de la crees que requieren, antes de llegar a pensar sobre tu producto lo mismo que piensas tú. No te desesperes si no se enganchan de inmediato a pesar de que tu producto sea maravilloso.
Retribuye las acciones positivas
Si alguien dedicó su tiempo a comentar algo bueno sobre tu producto o servicio en vez de ir a hacerlo sobre Starbucks o Apple, muestra tu agradecimiento de la forma en que te gustaría a ti recibirlo si fueras el usuario. Crear una comunidad de “fans” no es nada fácil, y uno o dos “embajadores” pueden ayudarte a empezar a construirla.
No olvides la constancia
Los buenos productos o servicios son apreciados, posiblemente más rápido de lo que esperabas, sin embargo el no mostrar continuidad en el trabajo realizado, puede hacerte perder lo mucho o poco que has construido. Continúa con el buen trabajo de manera constante hasta que logres los resultados de los ejemplos que lees en los artículos como el que mencioné al inicio de éste.